Ottawa, Mayo 3 de 2009
Doctor
GERMAN VARON COTRINO
Presidente de la Cámara de Representantes
Bogotá D.C.
Respetado doctor Varon:
Le escribo desde mi posición oficial como Primera Consejera del Agua para la presidencia de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Por algún tiempo he venido siguiendo la campaña para reformar la Constitución de Colombia y mejorar la definición de los derechos al agua y las responsabilidades en su país. Yo creo que este modelo democrático de reforma, a través de una ámplia participación y a través del uso de un mecanismo reconocido por la constitución y la ley, tiene una importancia global y ha sido promovido internacionalmente.
Hemos conocido la decisión de la comisión Primera de la Cámara de Representantes de cambiar el texto y aprobarlo con modificaciones sustanciales que excluyen la consagración del acceso al agua como un derecho humano fundamental.
El Referendo por el agua como mecanismo de participación ciudadana logró recoger más de 2 millones de firmas, superando ampliamente el 5% del censo electoral exigido por la ley. Los ciudadanos colombianos que firmaron respaldando la iniciativa lo hicieron con la convicción que en Colombia se debe consagrar el derecho humano al agua, su prestación exclusiva por parte del Estado y sus ınstancıas y por las comunidades organizadas, un mínimo vital gratuito y la protección de los ecosistemas esenciales que regulan el ciclo hídrico.
Entendemos que en la modificación se eliminó la consagración del derecho fundamental al agua potable como se dijo inicialmente y adicionalmente se eliminaron el reconocimiento del agua como bien común y público, el uso prioritario de los ecosistemas esenciales al ciclo del agua para este fin, la prohibición de privatizar la gestión del agua y del servicio de acueducto y alcantarillado, sin ánimo de lucro; eliminaron además que las aguas que discurren por los territorios étnicos son parte integrante de los mismos, ajustaron la propuesta del mínimo vital gratuito universal sólo a los pobres pero dentro del marco actual de la privatización.
Consideramos muy graves estas modificaciones y le solicitamos que se restablezca el texto original en tanto que reiteramos la visión de las Naciones Unidas respecto al agua como un bien común, una herencia de los pueblos y la naturaleza y un derecho fundamental. Estamos convencidos que tenemos que cambiar la idea del agua como mercancía que puede ser comprada y vendida en el mercado abierto. Debemos procurar que sea reconocida como un derecho fundamental como está incluida en los objetivos de las Naciones Unidas.
Doctor
GERMAN VARON COTRINO
Presidente de la Cámara de Representantes
Bogotá D.C.
Respetado doctor Varon:
Le escribo desde mi posición oficial como Primera Consejera del Agua para la presidencia de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Por algún tiempo he venido siguiendo la campaña para reformar la Constitución de Colombia y mejorar la definición de los derechos al agua y las responsabilidades en su país. Yo creo que este modelo democrático de reforma, a través de una ámplia participación y a través del uso de un mecanismo reconocido por la constitución y la ley, tiene una importancia global y ha sido promovido internacionalmente.
Hemos conocido la decisión de la comisión Primera de la Cámara de Representantes de cambiar el texto y aprobarlo con modificaciones sustanciales que excluyen la consagración del acceso al agua como un derecho humano fundamental.
El Referendo por el agua como mecanismo de participación ciudadana logró recoger más de 2 millones de firmas, superando ampliamente el 5% del censo electoral exigido por la ley. Los ciudadanos colombianos que firmaron respaldando la iniciativa lo hicieron con la convicción que en Colombia se debe consagrar el derecho humano al agua, su prestación exclusiva por parte del Estado y sus ınstancıas y por las comunidades organizadas, un mínimo vital gratuito y la protección de los ecosistemas esenciales que regulan el ciclo hídrico.
Entendemos que en la modificación se eliminó la consagración del derecho fundamental al agua potable como se dijo inicialmente y adicionalmente se eliminaron el reconocimiento del agua como bien común y público, el uso prioritario de los ecosistemas esenciales al ciclo del agua para este fin, la prohibición de privatizar la gestión del agua y del servicio de acueducto y alcantarillado, sin ánimo de lucro; eliminaron además que las aguas que discurren por los territorios étnicos son parte integrante de los mismos, ajustaron la propuesta del mínimo vital gratuito universal sólo a los pobres pero dentro del marco actual de la privatización.
Consideramos muy graves estas modificaciones y le solicitamos que se restablezca el texto original en tanto que reiteramos la visión de las Naciones Unidas respecto al agua como un bien común, una herencia de los pueblos y la naturaleza y un derecho fundamental. Estamos convencidos que tenemos que cambiar la idea del agua como mercancía que puede ser comprada y vendida en el mercado abierto. Debemos procurar que sea reconocida como un derecho fundamental como está incluida en los objetivos de las Naciones Unidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario